Agitación +IVA

Parece ser que es lo que hace falta en España, una agitación masiva. Hoy entra en vigor la subida del IVA, una de esas medidas que ayudarían a que "la crisis no la paguen los trabajadores". Primero la suave desaceleración hizo que todos los farcijtas discordantes con los ZPerianos hiciesen demagogia, todo es culpa de ZP. Semanas más tarde en la boca de ZP la "leve desaceleración" pasó a ser "crisis", la palabra que los asesores de imagen del presidente dijeron que era mejor omitir por el eufemismo anterior. La socialdemocracia de ZP, acostumbrada a arrastrar un superávit considerable, hacía que el estado soltase dinero en todos lados, como si de semillas se tratase, algo crecerá en algún sitio, pero cuando no crece nada y te vas quedando sin semillas, empiezas a acongojarte. Así que tragandose sus palabras, las de sus compañeros de partido y su ideología política servilmente se arrodilló ante los amos de Bruselas, esos banqueros cuentabilletes a los que ningún europeo elije, y tras darle liquidez a los bancos, de quienes depende el sistema capitalista, recortó los gastos sociales. Todos esos "avances sociales" zapaterianos de la primera legislatura han pasado a dejarnos peor que antes de la misma, incluso haciendo honor a la ley de memoria histérica va a echar mano a otro símbolo franquista: la indemnización al despido. Deplorable.
Vamos a ser sinceros: no tienen ni idea de qué hacer. Los zapaterianos a parte de seguir al pie de la letra las directrices de Bruselas, sus amos y señores, tiran de lo que mejor se les da: pan y circo. ¿acaso es coincidencia que el día del partido España-Suiza se aprobase en el congreso la reforma laboral? Lo que se les da muy bien es llevarnos como borregos, aprovechando que en España llevamos 30 años de democracia en toda nuestra historia y que ahora esa democracia en Europa se esta convirtiendo en un mero escaparate. Un servidor empieza a dudar de que algo se pueda solucionar ya por la vía de las urnas, pues esta está tan manipulada ya que se ha convertido en el monopolio de unos pocos, que sea como sea acaban siempre mandando.